Este jueves los 34 países miembros de la Organización de Estados Americanos () debaten presentado por el secretario general, Luis Almagro, donde denuncia una serie de irregularidades en y pide activar la Carta Democrática del organismo para ese país. Aquí algunas claves para entender el tema.

¿Qué es la Carta Democrática?

Es un instrumento jurídico para la preservación de la institucionalidad democrática del que se dotaron los Estados miembros de la OEA por unanimidad hace 15 años. Tiene 28 puntos y queda recogida en un pequeño librito azul tamaño bolsillo que ha sido más visto que nunca estas últimas semanas en los pasillos de la sede de la OEA en Washington.

¿Por qué este paso causa tanto impacto, hay precedentes?

La Carta Democrática es un recurso muy sensible no solo porque su última consecuencia es la suspensión de la OEA sino también porque hasta ahora siempre se ha aplicado por solicitud o al menos con autorización del Estado afectado, salvo en el golpe de Estado de Honduras de 2009 por no haber Gobierno legítimo en el poder.

Hasta ahora se ha recurrido a la Carta en contadas ocasiones y siempre ha sido porque el propio Estado ha pedido la asistencia de la organización (artículo 17) o porque un grupo de Estados ofreció ayuda a un tercero y este lo aceptó (artículo 18).

¿Por qué se creó la Carta?

La Carta fue aprobada en Lima “después del Gobierno autocrático de Alberto Fujimori en la década de los 90. La idea era hacer la Carta relevante en situaciones como la de Perú, donde el problema no era una amenaza al Estado, sino un régimen que violó el orden constitucional y minó las normas democráticas”, según explicó a Efe Michael Shifter, presidente del centro de estudios Diálogo Interamericano.

¿Por qué se dice que Almagro “activa” o “invoca” la Carta?

Almagro se ampara para actuar en el artículo 20 de la Carta, que autoriza al secretario general o a cualquier Estado miembro a pedir la convocatoria inmediata del Consejo Permanente cuando en un país de la organización “se produzca una alteración del orden constitucional que afecte gravemente su orden democrático”.

Con esta “invocación” o “activación” de la Carta abre un proceso en el que serán los 34 Estados miembros quienes decidan si, como él, consideran que se ha producido esa “alteración” y las medidas a tomar al respecto.

¿Cuáles son los pasos de ese proceso?

Almagro ha pedido convocar un Consejo entre los días 10 y 20 de junio. El Consejo, donde cada embajador tiene un voto, decidirá si existe esa “alteración” por mayoría (18).

Si considera que ese es el caso, el Consejo puede aprobar distintas medidas, entre ellas las gestiones diplomáticas para “promover la normalización de la institucionalidad democrática”.

De fracasar estas, o si el caso es urgente, el Consejo puede convocar de inmediato una Asamblea General extraordinaria, para lo cual son necesarios dos tercios de los votos de los embajadores.

En esa Asamblea, que puede volver a intentar las gestiones diplomáticas, dos tercios de los cancilleres pueden suspender la pertenencia del Estado en la organización si estiman que “se ha producido la ruptura del orden democrático”.

¿Qué pasará con Venezuela si se aplica?

En la práctica, la suspensión de un Estado miembro de la organización implica que el país deja de participar en todas las actividades del ente, así como en los programas del organismo, como los de anticorrupción, seguridad y promoción de derechos.

¿cuánto apoyo hay para que prospere la Carta Democrática en Venezuela?

Luis Almagro no ha contado si tiene o no los apoyos para dar este paso. Para él es una cuestión de principios.

Solo Estados Unidos ha denunciado la crisis de Venezuela en la OEA, aunque un notable número de países comparte esa misma preocupación en privado.

Esas naciones, lideradas por Argentina, quieren actuar, pero de manera más conciliadora sin recurrir a la Carta. Argentina ha convocado una reunión del Consejo Permanente para este miércoles con el fin de abordar la situación de Venezuela y consensuar una resolución al respecto.