“Se agotó el papel, volveremos”, fue la última portada de El Diario de Sucre, un pequeño medio regional que se convirtió, esta semana, en la víctima más reciente de la escasez en Venezuela cuando se quedó sin bobinas para imprimir su edición.

Al periódico del noreste venezolano, le precedieron anuncios similares de al menos cinco diarios en el interior del país por la falta de insumos, un efecto colateral de las restricciones gubernamentales para importar la materia prima.

Venezuela acumula una década bajo un estricto control cambiario y desde que el presidente Nicolás Maduro asumió en abril, ha mermado el flujo de venta de las divisas que administra el Estado, lo que afecta el poder de compra de las importadoras de papel y otros insumos para las rotativas, como planchas de impresión y tinta.

“Dónde está más crítica la cosa es en los periódicos pequeños del interior, porque ellos no importan el papel directamente. Ellos lo compran a unos distribuidores de papel (…) que no están dentro de la prioridad (para la asignación de divisas)”, dijo el editor del diario opositor El Nacional, Miguel Henrique Otero.

La situación es diferente con los periódicos grandes como El Universal, Últimas Noticias, El Impulso y Panorama, aclaró, aunque adelantó que si las restricciones continúan, el panorama podría cambiar.

Para David Natera, presidente del gremio que agrupa a los diarios venezolanos, Bloque de Prensa, las fallas obedecen a retrasos burocráticos en las licencias que otorga el Estado para obtener dólares.

“Todo el mundo sabe que aquí nunca se ha producido papel periódico y con eso le ponen una alcabala más al trámite para acceder a los dólares”, dijo Natera.

Fuente: Infobae.com