Según informa ‘L’Osservatore Romano’, el periódico de la Santa Sede, mediante un decreto fechado el pasado 13 de junio, esta congregación de la Curia romana aprobó los estatutos de la AIE concediéndola personalidad jurídica de asociación internacional de fieles, en base al artículo 322.1 del Código de Derecho Canónico.

La idea de englobar a los exorcistas en una asociación surgió del padre Amorth en la década de los 80, con el objetivo de celebrar reuniones en las que compartir experiencias y reflexiones para así poder ayudar de un modo más concreto y eficaz a las personas que recurrían a ellos.

Y es que, según indica el rotativo vaticano, en aquel periodo se produjo un incremento de la difusión de las “prácticas ocultas”, por lo que un creciente número de fieles reclamaba la ayuda de los exorcistas.

El 4 de septiembre de 1991 surgió la Asociación Italiana de Exorcistas. Dos años más tarde, en 1993, el padre Amorth y sus colegas italianos participaron en un simposio organizado por el exorcista francés René Chenessau y por el teólogo René Laurentin.

“L’Osservatore Romano” recuerda que la experiencia fue positiva, por lo que se repitió en 1994, encuentro en el que se decidió finalmente dar continuidad a este evento dotándole de una estructura organizativa.

Actualmente, la AIE cuenta con cerca de 250 exorcistas presentes en una treintena de países. El exorcismo es una oración oficial de la Iglesia católica en la que se invoca a Dios y se exige al diablo que libere a una persona determinada.

Fuente: EFE