“No se trató de una intervención complicada, más al contrario, absolutamente normal, de rutina”, afirmó Lombardi, confirmando la información publicada por un diario italiano de que Benedicto XVI fue sometido hace unos tres meses a una operación en una clínica vaticana para sustituirle el marcapasos.

Lombardi insistió en que la renuncia del papa Ratzinger no tiene nada que ver con la salud, sino con el avanzar de la edad y reiteró que el Pontífice “no tiene enfermedades específicas”.

Según el portavoz, Benedicto XVI llevaba ya marcapasos antes de ser elegido papa, desde su época de cardenal.

El diario italiano Il Sole 24 Ore informó de que la intervención se practicó en la clínica Pío XI, propiedad del Vaticano, por el cirujano Luigi Chiareiello, director de la cátedra de Medicina de la Universidad Romana de Tor Vergata.

Chiariello, que vigila la salud del Papa desde hace diez años, cuando le colocó el primer marcapasos, ha evitado hacer declaraciones al respecto.

Fuente: EFE