A sus 28 años, está en la ruina, no solo económica sino también moral, pues está a punto de ir preso, acusado de violación y secuestro. Este exluchador de la MMA sorprendió a los agentes de la Policía de que lo interrogaban al indicar las razones por las que, según él, no había violado a su acusadora.

El 17 de setiembre por la madrugada, Rodolfo Rodríguez se encontraba en el Bottled Blonde, un club nocturno de Scottsdale, Arizona (USA) hasta que conoció a una joven y luego se fue con ella. Las cámaras de seguridad registraron su salida. Pero algo estaba mal. Ella no salía caminando, sino sobre los hombros del luchador.

Nueve días después, Rodolfo Rodríguez fue detenido por la Policía. La acompañante de esa noche lo había denunciado por secuestro y violación. Según su manifestación, el luchador la violó en el estacionamiento de la discoteca y luego, aprovechando su embriaguez, la llevó a su casa y la retuvo por varias horas, tiempo donde la ultrajó dos veces más.

Después de todos los abusos, la llevó al centro de la ciudad y la abandonó en estado casi inconsciente.

Al escuchar la acusación, Rodolfo Rodríguez negó los cargos. Primero dijo que no conocía a la joven, luego que sí había compartido con ella pero se encerró en la versión que jamás hubo algo entre ellos porque “no era lo suficiente bonita para él”. “No era mi tipo. Era fea”, dijo.

Posteriormente, reconoció que tuvieron sexo, pero aseguró que fueron relaciones consensuadas, aunque luego contó la verdad. El exluchador de la MMA admitió que “cometió un error” y que “no es un mal tipo”, también escribió una carta de disculpa a su víctima.

Rodríguez permanecerá detenido sin derecho a fianza. La audiencia del excombatiente será el 29 de septiembre.

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