En 1965, vivió uno de los episodios más tristes de su vida. Tenía 18 años y había dado a luz una hermosa bebé, pero sus padres no la querían y la obligaron a entregarla en adopción. Antes de dejarla, le dio un último abrazo y un beso. Nunca más la vio ni supo de ella, nunca hasta ahora, que su hija la encontró gracias a .

Mientras Donna Pavey rehacía su vida y se dedicaba a criar a sus dos hijas, Sharon Glidden era feliz con sus padres Theodore Hotaling y Edna Gallo. Ellos le dieron mucho amor hasta el final de sus días y se llevaron su secreto a la tumba. Sin embargo, no contaron con la curiosidad de su hija.

Destrozada por la muerte de sus padre, Sharon decidió buscar más parientes suyos por internet e incluso se fue a un genetista para descubrir su árbol genealógico. Ahí descubrió el nombre de un desconocido, que decían era su verdadero padre.

Consternada, llegó a casa de su tía y esta le contó la verdad. “Eres adoptada, querida, pero tus padres siempre te amaron”, le dijo. Ella sabía que era cierto, pero ahora quería saber toda la verdad.

Así que buscó a su padre y descubrió que había muerto y cuando le dieron el nombre de su madre, lo colocó en Facebook y apareció una foto. “ Era mi misma boca, mis mismos labios, estaba asustada”, cuenta ahora a NBC.

Después de recibir el nombre, Sharon Glidden tomó su auto y fue a Texas. Horas después estaba frente a su madre y ambas se sumergieron en un abrazo interminable.

“Desde el tiempo que la concebí que la quise. Recé y recé y tan pronto como vi las fotografías de la madre adoptiva dije: ‘gracias, Dios, por cuidar de mi bebé’”, contó Donna a la cadena ABC News.

La mujer de 70 años y su hija de 52 cuentan que Facebook las volvió a unir y ahora solo quieren pensar en recuperar el tiempo perdido.

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