No hay un lugar más difícil en para ser un inmigrante latino que el estado de . ¿Qué pasa con su población? ¿Qué hay detrás del adjetivo ‘peligroso’? ¿será intolerancia, xenofobia o algo exagerado?

Mississippi tiene además una historia centenaria de violencia racial que empezó con la esclavitud y la guerra civil y siguió con el Ku Klux Klan. Hoy, junto con el estado de Montana, encabeza las estadísticas de grupos racistas per cápita. Pese a esto los inmigrantes siguen llegando en busca del sueño americano y muchos lo han conseguido, pero ahora tienen miedo.

En declaraciones a BBC, algunos de ellos dicen estar preocupados por los resultados de las elecciones de USA (8 de noviembre). Temen que gane Donald Trump y amanezcan rodeados por personas intolerantes.

Los inmigrantes latinos tienen que vivir con sus vecinos “gringos” y con sus malas prácticas: todos los días hay ataques xenófobos ya sea hacia ellos u otros grupos raciales como los afroamericanos.

En este estado donde viven 80 mil latinos, ellos no tienen garantías de nada. Todos trabajan en la construcción, en la agricultura y en fábricas que descuartizan y empacan pollos para ser vendidos en el resto del país. Empleos mal pagados que los naturales evitan.

Bill Chandler es un activista sindical al frente de la Alianza para los Derechos de los Inmigrantes de Mississippi (MIRA, por sus siglas en inglés) que lleva años ayudando a organizar a las minorías étnicas en este estado sureño.

Muchos de los latinos ahí están lejos de obtener la ciudadanía o el derecho al voto.

Por si eso fuera poco, “Mississippi es el peor estado para los indocumentados. Aquí fue donde ocurrió la guerra civil. La bandera oficial del estado todavía lleva el símbolo de los confederados. Sabes que ese odio está en el ambiente”, dicen algunos entrevistados.