El condado de , en el norte del estado de , (USA), se sitúa alrededor de un lago homónimo, ubicado a pocos kilómetros del río Mississippi, el cual divide a pobres y ricos.

Según el diario de España, el lago parece haber establecido una frontera natural bien definida entre las clases sociales, al acoger a las personas más ricas en su orilla norte y a los pobres en la sur.

Incluso, este fenómeno se ve acentuado con un efecto racial, pues la mayoría de los residentes pobres son afroamericanos, con un sueldo anual de unos 6.800 dólares, mientras que los ricos, que ganan 611.000 dólares al año, son blancos.

Según un informe de la CNN del 2013, en esa región se registran las mayores cifras de desigualdad de EE.UU. Muchos negocios del lado sur están cerrados y existen muchas casas abandonadas y destruidas. La mayoría de la población que habita en este lugar es afroamericana.

El éxodo de blancos hacia la orilla norte del lago comenzó en los años 60. Esta zona ahora está repleta de casas grandes y elegantes. Incluso los niños de familias ricas asisten a colegios privados.

Por su parte, el alcalde Bobby Amacker, blanco de 71 años, afirmó que la población del condado ha pasado de 30.000 personas a 8.000 y sostiene que la principal causa es el declive de la industria del algodón por la mecanización de la recolección, lo que rebajó la necesidad de empleados, que eran principalmente negros.

También atribuye este fenómeno al tratado de libre comercio con México y Canadá, que entró en vigor en 1994. “El Nafta nos mató. Todo el algodón se fue a México, a la mano de obra barata”, afirmó.

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