Geneva Robinson, de 51 años, y su novio Joshua Granger no tenían piedad de nada ni nadie, y juntos en la oscuridad de la noche se disfrazaban de bruja y demonio, luego iban a las habitaciones de sus nietos y se divertían retratando escenas de terror. La historia de la “abuela maldita” ha sacudido Oklahoma, USA.
La mujer logró ser detenida en febrero pasado, luego que una vecina contara a la Policía que todas las noches escuchaba a los niños gritando desesperadamente.
Al ser enviada a juicio, Geneva Robinson confesó que todas las noches se disfrazaba de la bruja “Nelda” para espantar a su nieta de 7 años, incluso reconoció haberla rasguñado en el cuello, pegarle en la cara, golpearle la mano con un rodillo y cortarle el pelo mientras dormía.
“Lo que ella hizo fue horrible y tendrá para siempre secuelas en la niña y los hermanos de la menor”, indicó la fiscal federal adjunta Merydith Easter. “Ella merece la misma piedad que le tuvo a la niña: ninguna”.
Es más, para divertirse con su hazaña, la mujer grababa cada intervención al cuarto de su nieta. Uno de estos videos llegó a manos de la Fiscalía y muestra a Geneva Robinson vestida de negro con una máscara y las manos pintadas de verde.
Tanya Jones, abogada de Robinson, dijo que su defendida carecía de los recursos para controlar a la menor, además padece de bipolaridad y esquizofrenia. Sin embargo, sus argumentos fueron desestimados y su defendida recibió tres cadenas perpetuas por maltrato infantil.
El novio de la procesada, Joshua Granger, también fue sentenciado a 30 años de prisión.
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