La Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de (USA) encontró durante una expedición los restos del portaviones USS Independence en el santuario marino de la bahía de Monterrey () en marzo de 2015.

El análisis de tal expedición fue publicado por la revista ‘Journal of Maritime Archaeology’. Hace casi 70 años, ese buque formó parte de la operación ‘Crossroads’, informa ‘El País’.

En dicha misión, desarrollada en 1946, participaron 242 barcos, 156 aviones, 42.000 personas y más de 5.000 animales entre cabras, cerdos y ratas.

El objetivo oficial era estudiar los efectos de un ataque nuclear en organismos humanos a través de pruebas reales con animales, pero los norteamericanos también querían mostrar su poderío armamentístico a la Unión Soviética luego de la Segunda Guerra Mundial.

Entonces, el contingente de Estados Unidos viajó hasta el atolón Bikini (Islas Marshall) y expulsó a los 167 nativos del lugar.

El 1 y el 25 de julio de ese año lanzaron sobre casi 100 buques (muchos de ellos requisados a Alemania y Japón) dos bombas nucleares de unos 20 kilotones cada una, frente a los 15 kilotones de la detonación que se produjo en Hiroshima de 1945.

Los misiles acabaron con los animales que estaban en los barcos. Los que no murieron a causa de las explosiones perdieron la vida posteriormente a causa de las fuertes dosis de radiaciones ionizantes.

Tras la operación, algunos barcos no se hundieron y fueron remolcados hasta San Francisco para estudiar los efectos de las bombas y ensayar medidas de descontaminación radioactiva.

Uno de tales buques fue el USS Independence, que sirvió de plataforma para la escuela de descontaminación radiológica de la Armada estadounidense.

En 1951 se recomendó su hundimiento porque el coste de eliminar los contaminantes “superaría el valor de la chatarra del barco”.

Finalmente, el buque fue hundido.

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