Para el fundador de Abyss Creations, la empresa que fabrica las Real Dolls, unas muñecas de silicona de tamaño natural y gran realismo, las muñecas inflables ya pasaron de moda… es más las que crea, pronto lo harán, por eso trabaja en robotizarlas.
Matt McMullen es el dueño de la empresa que crea las muñecas sexuales más humanas del mundo. Sus creaciones parecen mujeres de verdad. Los ojos, uñas y piel que tienen son tan parecidas a las de una persona que muchas veces han engañado a los clientes que llegan a su fábrica en California, USA.
Hace 20 años que empezó. Ahora está un paso adelante en el mundo de las muñecas sexuales. McMullen quiere que sus “hijas”, como las llama. Tengan vida y por eso se ha unido a varias empresas tecnológicas para dotarlas de inteligencia artificial.
Él sabe que sus clientes cada vez las quieren más personalizadas y son capaces de pagar entre 5 mil y 50 mil dólares para tenerlas como deseen: altas, delgadas, rubias o morochas. Con senos grandes, muslos largos o vientre plano.
“Los clientes pueden elegir todo, desde el tipo de cuerpo, más o menos voluptuoso, hasta el tamaño de los senos, el tipo de pezón, el pelo y la vestimenta. Aunque la mayoría de los clientes son hombres, también hay algunas mujeres”, cuenta.
“La muñeca verdaderamente les da felicidad, no se trata sólo de sexo, va mucho más allá. Se trata de la diferencia entre volver a una casa vacía o volver a una casa en la que hay una muñeca con la que te hace ilusión pasar tiempo”, refiere al contar que la mayoría de sus compradores busca compañía, “si esto hace feliz a una persona entonces es algo positivo, no afecta a nadie más”, agrega.