Terrible. Una tribunal de Denver, , condenó a cien años de prisión a una mujer que arrancó a un bebé del vientre de su madre y ocasionó su muerte.

La jueza María Berkenkotter, del condado Boulder, afirmó que la sentencia fue impuesta tanto por la atrocidad del crimen como por la falta de remordimiento tras el ataque, del cual logró sobrevivir, pero su hija, Aurora, no.

Dynel Lane fue hallada culpable de atacar en 2015 a Wilkins, una embarazada de siete meses, que fue a su casa para comprar ropa para su futura hija.

Los investigadores creen que Lane habría fingido un embarazo para evitar que su esposo la dejara, y luego, para cimentar el engaño, habría decidido atacar a una embarazada para robarle el feto.

Precisamente, el día de los hechos, tras golpear a Wilkins y dejarla inconsciente, Lane cortó con dos cuchillos de cocina el vientre de la víctima y retiró al bebé.

La abogada de Dynel Lane, Kate Herold, dijo que su cliente quedó psicológicamente afectada por la muerte de su hijo en 2002, una explicación que no convenció al fiscal de distrito Stan Garnett, quien dijo que el accionar de Lane constituyó un crimen “intencional, cruel y vicioso”.

Agregó que precisamente por haber perdido un hijo debería entender la gravedad de sus acciones, y por ello merece la máxima sentencia posible.