La prestigiosa Universidad de Harvard fotografió en secreto a unos 2.000 estudiantes en varias salas de lectura. Ello lo realizó como parte de un estudio para medir la atención de sus alumnos, de acuerdo al periódico Boston Globe. Sin embargo, ello despertó críticas.

Con el permiso del centro de estudios, los investigadores instalaron cámaras en las bibliotecas. Tanto los profesores como los estudiantes no sabían que estaban siendo monitoreados.

Con este estudio se intentó de medir los diferentes niveles de atención. Para ello, se fotografiaba cada minuto a los estudiantes concentrados.

Según los autores del informe, las fotos se analizaron mediante algoritmos que determinaban si el alumno estaba prestando atención o no al texto.

Aunque el material fue eliminado, generó polémica por ser considerado una invasión a la privacidad.

En declaraciones al diario estadounidense, Peter Burgard, profesor de alemán, dijo que está preocupado de que los administradores hayan ‘espiado’ a los miembros de la comunidad universitaria.

En tanto, las autoridades se defienden y alegan que, de haberlo sabido, los resultados podrían haber sufrido un sesgo potencial.

Los responsables de la universidad han asegurado que consultarán al profesorado la próxima vez que se lleva a cabo una investigación de esta naturaleza.

Fuente: Infobae