Una investigación de la NASA sugiere que la última gran lluvia de rocas sobre la Tierra se prolongó durante mucho más tiempo del que se creía. Algunos de los impactos rivalizan con los que provocaron los mayores cráteres de la Luna.

Hasta ahora, se creía que este violento episodio duró unos 200 millones de años, pero una nueva investigación financiada por la NASA sugiere que, en realidad, el castigo celestial se prolongó durante mucho más tiempo, al menos durante 2.000 millones de años más.

Los investigadores, que han estudiado restos milimétricos como granos de arena dejados por estos impactos sobre la superficie terrestre, creen que los bombazos llegaron de una prolongación del cinturón principal de asteroides hoy desaparecida.

Además, fueron muy grandes. Tanto que, según publican en la revista Nature, algunos impactos incluso pudieron rivalizar con los que produjeron los gigantescos cráteres de la Luna, de 300 kilómetros de diámetro.

En concreto, unos 70 asteroides mayores o del tamaño del que aniquiló a los dinosaurios hace 65 millones de años acabaron incrustados contra la superficie de nuestro mundo.

El llamado Bombardeo Intenso Tardío (LHB) provocó los principales cráteres de la Luna y muchos creen que trajo a la Tierra el agua y los ingredientes necesarios para la vida.

Fuente: ABC.es