Los sectores prorrusos están organizando dos referéndums separatistas para el próximo domingo en las regiones ucranianas de Donetsk y Lugansk, en el este del país y en la frontera con Rusia.

Según informa la prensa local, los rebeldes ya imprimieron las fichas –que dicen: “¿Apoya el acto de proclamación de la autonomía estatal de la República Popular de Donetsk (o Lugansk)?“– y comenzaron a formar las comisiones electorales.

El gobierno de Ucrania teme que se genere un escenario similar al que condujo a la independencia de la península de Crimea y su posterior anexión a la Federación Rusa, algo que despertó los movimientos separatistas en el este del país y en el sur, en Odessa.

Sin embargo, hay diferencias porque en estas nuevas regiones separatistas los ciudadanos de etnia rusa son mayoría por lengua y cultura, pero no en los números. La diversa composición étnica hace más difícil una intervención militar rusa y una eventual anexión.

Los referendos tampoco tendrían un clima de votación libre y transparente: los organizadores no disponen de listas electorales actualizadas, no anunciaron aún dónde estarán las mesas ni cómo llegarán las fichas a las localidades asediadas por el Ejército gubernamental.

Además, las comisiones electorales se componen sólo por miembros prorrusos: de este modo, resulta difícil involucrar de modo correcto y amplio a un electorado de 3,2 millones de personas habilitadas en la región de Donetsk y 1,8 millones en la de Lugansk.

Ante este escenario, el primer ministro ucraniano, Arseni Yatseniuk, propuso este lunes una consulta no vinculante, en vez de un referéndum como demandan los prorrusos sublevados en el este del país, para determinar el nuevo modelo de Estado.

Fuente: Infobae