Al menos dos columnas de carros blindados con soldados de elite ucranianos avanzaron a mediodía sobre la rebelde ciudad y destruyeron tres de los puestos de control levantados por los milicianos prorrusos en todos los accesos rodados a la localidad.

Los militares abatieron en combate a cinco milicianos antes de que éstos retrocedieran al interior de la ciudad, donde un nutrido grupo de hombres armados con fusiles de asalto Kalashnikov ocupan desde hace once días varios edificios oficiales y ejercen un control absoluto sobre la localidad.

Las fuerzas armadas ucranianas rehusaron perseguir a los prorrusos, llamados despectivamente como “hombrecillos verdes” por los medios ucranianos por sus uniformes de camuflaje, y rodearon con sus blindados prácticamente toda la localidad.

Al respecto, el presidente ruso, Vladimir Putin, rechazó que Ucrania haya dispuesto de sus fuerzas militares para atacar a la propia población.

“Si el régimen de Kiev ha comenzado a utilizar al Ejército en contra de la población dentro del país, sin lugar a dudas es un delito muy grave”, señaló para el canal estatal.

Frente a las declaraciones de Putin, el gobierno ucraniano respondió que entregaron folletos para exhortar a la población a mantener la paz, pero que algunos grupos opositores se negaron a recibirlo y amenazaron con atentar contra quienes los distribuyan.

Desde el mes pasado, la población de varias regiones del Este de Ucrania protesta a favor de la anexión a Rusia, hecho que ha generado la decisión del gobierno ucraniano de lanzar una operación militar para dispersar las concentraciones.

Fuente: EFE / Agencias