La mayoría de los voluntarios de dicha base son ciudadanos de Lugansk, de entre 20 y 55 años de edad. Uno de los comandantes, apodado ‘Batman’, era un oficial de la élite policial antes de alistarse en las autodefensas.

Según informó RT, hace un mes estaba a cargo de un grupo de 12 personas, ahora son más de 100 y sigue aumentando cada día.

“Estamos luchando por nuestra tierra, nuestras creencias y familias, a diferencia del Ejército ucraniano que está luchando por dinero. Por esta razón vamos a ganar”, afirmó ‘Batman’.

Los líderes milicianos creen que disponen de una cantidad suficiente de efectivos para hacer frente a las fuerzas gubernamentales.

Este martes, las autodefensas lanzaron una contraofensiva contra el puesto de control que impedía la comunicación entre las ciudades rebeldes de Kramatorsk y Slaviansk.

Aunque las milicias no lograron destruir el puesto de control, desactivaron dos posiciones de ametralladoras y capturaron un cañón, según informó RIA Novosti. Por su parte, la milicia popular de Slaviansk destruyó una instalación de lanzamisiles múltiple tipo Grad.

Los refugiados siguen huyendo de la ciudad. La operación de castigo que lleva a cabo el Ejército ucraniano, con apoyo de batallones de la nacionalista Guardia Nacional, ha dejado a la zona sin electricidad, agua y alimentos.