Matteo Miceli asciende por el Atlántico con destino a Roma, el final de su vuelta al mundo en solitario que inició el 19 de octubre. A bordo, dos gallinas y un huerto siguen produciendo alimentos, mientras que toda la energía necesaria procede de paneles solares y generadores eólicos.

Al timón, el italiano sigue empeñado en ser el primer navegante que circunnavega el planeta sin pisar tierra firme y sin emplear una gota de combustible. Hasta que un estruendo, “quizá una colisión con una ballena”, es el anticipo del peor de los temores: su barco, el Eco40, acaba volcando a 600 millas de la costa.

Pese a todo, a Miceli aún le quedaba algo de suerte: las condiciones de mar y viento no eran feroces, tuvo tiempo de preparar su balsa salvavidas y un mercante se encontraba en ese momento a unas 40 millas de distancia.

Fue rescatado al cabo de unas horas y días después ya estaba en Brasil, listo para elaborar el plan para recuperar el barco. Sin embargo, el Eco40 dejó de emitir señales sobre su posición días después. Se encontraba a la deriva, perdido.

Martes, 28 de abril. Iker Martínez horas publicó un tuit con una fotografía que unos pescadores le han enviado*. Pide ayuda para tener alguna información sobre el barco que aparece en la imagen.

Apenas dos horas después, Matteo Miceli confirmó que se trataba de su barco y solicitó al español los datos que tuviera sobre su posición, así como el contacto de los pescadores.

La operación de rescate del Eco40 está de nuevo activada. A todo esto, cuando Iker Martínez preguntaba a sus seguidores de Twitter sobre el barco volcado de la foto, su Mapfre navegaba no muy lejos del lugar donde naufragó Miceli.