En abril de 1912 el mundo se conmovía con el hundimiento del bote más grande del mundo. El había naufragado y las más de 2 mil personas que trasladaba de Inglaterra a USA quedaron a su suerte en medio de las gélidas aguas del Océano Atlántico. El accidente fue el peor de la marina.

Muchos se salvaron gracias a que lograron abordar los botes salvavidas, pero más de 1500 perecieron. Hoy, más de un siglo después de la tragedia, se revela que el último bote del buque no fue encontrado en los días posteriores al accidente, sino un mes después. ¿Qué había en su interior?

El 13 de mayo de 1912, parte de la tripulación del RMS Oceanic distinguía a lo lejos un bote de madera a la deriva en medio del Atlántico. Se encontraba a 320 kilómetros de donde el Titanic se había hundido y a simple vista parecía que nadie se encontraba a bordo. Sin embargo, el capitán ordenó que una patrulla fuera hasta ese bote fantasma.

Ocho tripulantes se unieron a la búsqueda a unos pocos cientos de metros de su barco. Al arribar al salvavidas quedaron impactados: tres cuerpos en descomposición formaban parte del triste escenario.

Dos de los cadáveres tenían ropas de bombero. Se trataba de ingenieros que trabajaban en la sala de máquinas del Titanic. El otro cadáver pertenecía a un pasajero de Primera Clase: Thomson Beattle, de 37 años, quien al momento del desastre estaba disfrutando de una velada.

Los cuerpos estaban en tan malas condiciones que cuando los rescatistas quisieron levantar a uno de ellos desde los brazos, estos se desprendieron del cuerpo. La tripulación tomó la decisión de darles una ceremonia marítima a los difuntos: cubrieron sus cuerpos en lonas, alzaron una plegaria y los arrojaron al mar.

El bote fue identificado como el “Collapsible Boat A”, el último en poder despegarse del Titanic antes de su hundimiento. Al parecer, 30 personas pudieron abordarlo, pero la mayoría murió ante las bajísimas temperaturas registradas en ese lugar del Atlántico. Otros pasaron a otros botes desde donde fueron rescatados.

Luego anduvo a la deriva hasta que el resto sus integrantes murieron.

Las fotos de este rescate y una nota original de un pasajero del Oceanic serán subastadas en los próximos días.

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