Tras el anuncio del presidente de EE.UU., Barack Obama, de que buscará la autorización del Congreso para llevar una acción militar en Siria, surgen preguntas de cómo se llevaría a cabo esta intervención en el Oriente Medio:

¿Quién decide?

La orden para el ataque provendría de Obama, sería entregada al general Martin Dempsey, jefe del Estado Mayor Conjunto de Estados Unidos y al secretario de Defensa, Chuck Hagel. La implementación del plan estaría probablemente a cargo del Mando Central de Estados Unidos, encabezado por el general del Ejército Lloyd Austin. El jefe más inmediato podría ser el almirante Bruce Clingan, que dirige las fuerzas navales en Europa.

¿Quién lanza qué?

Los cinco destructores de la Marina estadounidense ya están en el Mediterráneo a la espera de la orden para atacar. Y ahora se les ha unido el buque anfibio de asalto USS San Antonio, un portahelicópteros con infantes de Marina, que no tiene cohetes crucero y no se espera que participe en el ataque.

Los destructores están armados con decenas de misiles crucero Tomahawk, que tienen un radio de unos 1.852 kilómetros y se usan para golpear objetivos precisos.

Los cohetes vuelan a baja altura y su alcance permite que las naves permanezcan alejadas de la costa, fuera de la mira de cualquier respuesta del gobierno sirio.

¿Qué fuerzas tiene Siria?

Se cree que el régimen de Al Assad tiene unos 400 aviones en operaciones y una de las redes de defensa antiaérea más robustas de la región, con numerosas baterías de cohetes tierra-aire que se superponen en zonas clave, en combinación con miles de cañones antiaéreos capaces de enfrentar a aviones que vuelen a baja altura.

Siria también cuenta con un sistema coheteril móvil de defensa costera, con cohetes Yakhont capaces de hundir grandes barcos de guerra, como los portaaviones.

Hace dos años, el ejército sirio tenía unos 250.000 hombres sobre las armas, pero con las reservas la cifra aumenta a unos 700.000. Sin embargo, los dos años de guerra civil han afectado a las fuerzas sirias debido a las deserciones y los daños y bajas.

Fuente: Infobae.com