Grupos talibanes ya advirtieron que habrá consecuencias por la muerte de Osama Bin Laden e incluso señalaron sus objetivos: los líderes políticos de Pakistán, incluido el presidente Asif Ali Zardari; el Ejército de ese país y las instalaciones estadounidenses en los países asiáticos.

“Ahora los gobernantes de Pakistán, el presidente Zardari y el ejército serán nuestro primer objetivo. America será nuestro segundo objetivo”, dijo Ehsanullah Ehsan, un portavoz del Movimiento Talibán de Pakistán, a Reuters por teléfono desde un lugar no revelado.

Horas después del asesinato de Bin Laden, una bomba explotó cerca de una mezquita al norte de Pakistán, matando a una mujer y a tres niños.

“Condenamos el asesinato y la muerte de un guerrero santo árabe. Pedimos a Dios que le ofrece la misericordia con los verdaderos creyentes y los mártires”, indicó Ismail Haniyeh, jefe de la administración de Hamas en la Franja de Gaza, sobre la muerte de Bin Laden.

A su turno, Ghassan Al Jatib, portavoz del Gobierno palestino en Cisjordania (Al Fatah) considera que “es un hecho positivo que ayudará a la paz y seguridad en el mundo”.