Las playas de Tailandia bullen de gente cuando se acerca el décimo aniversario del tsunami que causó 8.000 muertos, sólo en esta margen de océano Indico.

Cuando la mañana del 26 diciembre de 2004 bajo la marea de manera rápida y sorprendente, muy pocos supieron en ese momento que una ola gigantesca causada por un terremoto de 9 grados en la escala de Richter se acercaba a gran velocidad a los puertos pesqueros, playas e islas de seis provincias del litoral tailandés.

Las autoridades de Tailandia no avisaron de aquel tsunami que con su poder de destrucción, pulverizó los complejos hoteleros y otros edificios de las islas Phi Phi, de la larga playa de Kao Lak en la provincia de Phan Nga, y del balneario de Patong, el más concurrido de Phuket, uno de los principales destinos turísticos del país.

Tampoco se llevó a cabo una evacuación que habría salvado muchas de aquellas 8.000 vidas, evitado que de otras 2.817 personas no se sepa nada desde entonces y que casi 1.500 niños perdieran a su padre o madre o quedaran huérfanos.

Diez años después de que aquellas monstruosas olas causaran cerca de 230.000 muertos en una quincena de países del océano Indico, la mayor parte en la zona norte de la isla indonesia de Sumatra en la que perecieron unas 170.000 personas, los expertos mantienen que la prevención es la única defensa contra la fiereza de un tsunami.

Fuente: diariodenavarra.es