Nueva Delhi, . El estado sureño indio de Kerala vive desde hace diez días sus peores inundaciones en cerca de un siglo a causa de las torrenciales lluvias del monzón, que dejan ya cerca de 200 muertos y más de 220.000 evacuados en campamentos de emergencias de toda la región.

Mientras centenares de efectivos de los equipos de emergencias se afanan en rescatar con cuerdas, helicópteros y lanchas a miles de personas atrapadas por el creciente nivel del agua, el número de muertos no deja de aumentar en este estado de unos 30 millones de habitantes.

Un portavoz de la División de Gestión de Desastres del Ministerio de Interior indio, subcomandante D.A. Shekhar, confirmó que sólo en las últimas 24 horas se registraron una treintena de fallecimientos, una cifra que ayer se situaba en 164 para los últimos diez días.

Desde el 1 de junio, cuando el monzón llegó a Kerala, han perecido 319 personas en incidentes relacionados con las precipitaciones, como deslizamientos de tierra o derrumbes, precisó la fuente, que no pudo ofrecer el acumulado de los últimos diez días.

En los últimos tres meses, cerca de 724.000 personas fueron acogidas en alguno de los cientos de campamentos de emergencia construidos por las autoridades en los 14 distritos de la región y otras 33.179 fueron evacuadas por los equipos de rescate, de acuerdo con Shekhar.

Según informó en su cuenta de Twitter la oficina del primer ministro indio, Narendra Modi, en las labores de rescate participan 1.300 efectivos de la Fuerza Nacional de Respuesta a Desastres (NDRF, en inglés), 435 barcos y cinco compañías de los guardafronteras y otros cuerpos indios. Además, están desplegadas las Fuerzas Armadas.

En concreto, el Ejército ha enviado a Kerala unos 790 efectivos, mientras que la Armada y los Guardacostas han desplegado 82 y 42 equipos, respectivamente, y se han movilizado 38 helicópteros para las operaciones de rescate y otra veintena de aeronaves para la distribución y traslado de materiales.

Imágenes difundidas por las diferentes agencias que participan en el rescate muestran a personas siendo evacuadas en helicóptero desde casas sumergidas y familias que son sacadas en lancha por calles en las que el agua llega hasta la cintura.

Las autoridades también están repartiendo comida y productos básicos con la ayuda de pequeños botes.

El aeropuerto internacional de Cochín, la capital regional, así como los servicios de tren y metro, llevan suspendidos desde que hace varios días las lluvias arreciaron.

Casi todos los distritos están en “alerta roja” y el Departamento Meteorológico advirtió que las fuertes lluvias previstas en esas zonas podrían seguir causando daños.

El primer ministro indio visitó hoy el estado sureño, donde se reunió con las autoridades locales y realizó una inspección aérea para evaluar los daños causados por el desastre.

“En una reunión organizada para analizar la situación de las inundaciones en el estado, el jefe del Gobierno regional, Pinarayi Vijayan, informó al primer ministro, Narendra Modi, de que el estado ha sufrido pérdidas por valor de 195.120 millones de rupias (unos 2.800 millones de dólares)”, informó la oficina de Vijayan en su cuenta de Twitter.

Durante su visita, Modi anunció una donación de algo más de 71 millones de dólares para ayudar a lidiar con las graves inundaciones asociadas a la época del monzón, según la oficina del jefe de Gobierno de Kerala.

Los corrimientos de tierra y las inundaciones son habituales en la época del monzón en el sur de Asia, donde cada año, además de víctimas, se producen importantes daños materiales.

Además de la India, Nepal sufre también fuertes inundaciones en la actualidad.

Entre mayo y junio, más de un millar de personas murieron y otras 635 resultaron heridas en la India por desastres naturales y meteorológicos como inundaciones o caídas de rayos, según datos presentados por el viceministro indio de Interior, Kiren Rijiju, en el Parlamento indio.

Con información de EFE.