La investigación realizada en Suiza determinó que la compañía no tiene la culpa por el accidente en donde una joven de 18 años resultó herida en su pierna.

Tras el hecho, las autoridades recuperaron las piezas del Galaxy S III para investigar lo sucedido.

Finalmente determinaron que la batería empleada en el equipo no fue suministrada ni fabricada por Samsung o alguna empresa autorizada por la surcoreana.