A través de las vejaciones más aberrantes, entrenadores buscan “quebrar” a las crías de elefante para que los obedezcan, denunció la Sociedad para la Prevención de la Crueldad contra los Animales (SPCA, por su nombre en inglés).

Desde que nacen, los animales son separados de su madre en el parque Elefantes del Edén, en la provincia oriental del Cabo, y sometidos a un entrenamiento brutal, que incluye encadenamientos y castigos con varas y bastones electrificados, para volverse una mansa atracción turística.

En la mayor parte de los casos, se los prepara para ser un medio de transporte exótico en algunos safaris exclusivos. Las secuelas son terribles. “Los elefantes muestran signos de lesiones incapacitantes, con patas y pies tumefactos y abscesos por todo el cuerpo”, explicó Wendy Willson, inspectora de la SPCA.

“Una crueldad calculada y premeditada de la naturaleza que tiene lugar en estas instalaciones se aleja mucho de la imagen de santuario que tiene el parque Edén”, agregó.

La ONG demandó a sus autoridades, que en caso de ser halladas culpables, podrían pasar hasta tres años en la cárcel, además de perder todos los animales que tienen en su poder.

El Parque de Elefantes Knysna, que hasta hace un año era dueño del parque Elefantes del Edén, negó su responsabilidad. Según la gerencia, las imágenes fueron tomadas seis años atrás, en un momento en el que el lugar y los elefantes eran administrados por una empresa de safaris.

En un comunicado, aseguraron que ni bien se enteraron del maltrato, expulsaron a los responsables y trasladaron a los animales a un lugar seguro. Además, acusan a esta empresa de hacer llegar a la prensa las imágenes para dañar su reputación, en venganza por las represalias que Knysna tomó contra ellos.

Fuente: Infobae.com