En su marcha hacia la costa este de Estados Unidos el fin de semana, el huracán Irene dejó al menos 24 muertos, unos 5 millones de hogares y comercios sin electricidad, extensas inundaciones y miles de árboles caídos.

Según el último boletín del Centro Nacional de Huracanes de dicho país, “Irene” se encuentra en las costas de Nueva Inglaterra (noreste del país) y registra unos vientos de 80 kilómetros por ahora, poco más de la mitad de los 140 kilómetros por hora con los que tocó tierra en la mañana del sábado en Carolina del Norte.

El sábado los neoyorquinos se fueron a dormir preocupados por la inminente llegada del huracán Irene y se despertaron con una tormenta tropical.

El alcalde Michael Bloomberg pidió a los habitantes de la ciudad que no salieran de sus casas hasta el mediodía.