Este reportero conocedor de Medio Oriente fue visto en el video del asesinato de James Foley, con el cráneo rapado, de rodillas y sujetado por el cuello de su túnica anaranjada por un yihadista encapuchado.

Steven Sotloff, de 31 años, desaparecido desde hace doce meses, habría sido secuestrado el 4 de agosto de 2013 en Alepo, Siria, cerca de la frontera con Turquía, pero su secuestro se había mantenido en secreto hasta ahora.

Nativo de Miami (Florida, sureste), y diplomado en Periodismo por la Universidad de Florida Central, trabajó como freelance para la revista Time, el semanario estadounidense Christian Science Monitor, la publicación Foreign Policy y más recientemente para el diario World Affairs.

“Vivió durante dos años en Yemen, hablaba bien el árabe, amaba profundamente al mundo musulmán (…), es por eso por lo que amenazan con decapitarlo”, tuiteó su amiga Anne Marloe, quien lo conoció durante el conflicto en Libia.

Sotloff colgaba en Instagram y Facebook imágenes desgarradoras de civiles prisioneros o niños de un campo de refugiados sirios.

Irreverente y reflexivo

En Twitter hacía referencia al conflicto en Siria, la Primavera Árabe en Egipto o el régimen de Gadafi, pero también comentaba la suerte de su equipo de baloncesto favorito, los Miami Heat.

El último medio para el que trabajó, World Affairs, lo describió en la cadena ABC como “un periodista reflexivo, honesto, que se dedicó a comprender las cosas con una perspectiva local y a transmitir sus conclusiones con franqueza. Tiene, sin ninguna duda, coraje”.

“Tras beber varias cervezas en el único bar de Kilis, Sotloff me dijo que ya estaba harto de sacudirse el polvo, de que le disparasen y lo acusaran de ser un espía (…). Me dijo que quería dejar los reportajes por un tiempo, al menos sobre los conflictos en Medio Oriente, y tal vez reanudar los estudios en Florida”. “Pero primero quería hacer un último viaje a Siria”, relató Ben Taub, periodista que lo conoció en la frontera con Siria, poco antes de su secuestro.

La familia de Sotloff hizo un llamado para solicitarle al presidente Obama que tome “las medidas inmediatas para salvarle la vida a Steven por todos los medios necesarios”.

Fuente: El Espectador