El 5 de octubre de 2011, hace exactamente un año, el cofundador y expresidente de Apple Steve Jobs fallecía a los 56 años de edad tras una larga lucha contra el cáncer de páncreas. La noticia conmocionó no sólo al sector de la tecnología sino a todo el mundo.

Jobs anunció su retirada del mundo empresarial en agosto de 2011 tras varios años luchando contra unos problemas de salud de los que poco reveló, dejando en manos de Tim Cook la dirección ejecutiva de Apple.

Tan sólo un día después de presentar al mundo el iPhone 4S, Apple comunicaba la triste noticia de que aquel “visionario” fallecía rodeado de su familia. Miles de personas rindieron homenaje a Jobs a lo largo de todo el mundo.

La historia de Steve Jobs como empresario comenzó en 1976 de la mano de su amigo de la adolescencia Steve Wozniak. Juntos crearon Apple en el garaje de su casa en San Francisco. El nombre de la compañía, surgió tras regresar de una granja de manzanas.

Esta historia puede dividirse en dos etapas diferenciadas. La primera está marcada por la llegada de los primeros ordenadores Apple (Apple I y Apple II) y posteriormente los ordenadores personales con sistema operativo Macintosh.

Jobs abandonó Apple en 1985 y no es hasta 1997 cuando decidió regresar a la compañía que fundó con Wozniak. En esta segunda etapa, cuando la empresa estaba en declive económicamente, Jobs centró sus esfuerzos en mejorar nuevas líneas de negocio.

Así, aparecieron la tienda digital de música iTunes, los reproductores de audio iPod y los ordenadores iMac, que resultaron ser un gran éxito. El verdadero resurgir de la compañía se produjo a partir de 2007, cuando Jobs presentó el iPhone al mundo en el MacWorld celebrado en el Moscone Center en San Francisco.

Fuente: Diariodesevilla.es