Un equipo internacional de investigadores del que han formado parte miembros del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) ha detectado dentro del Sistema Solar algo nunca visto, un asteroide rodeado por un par de anillos.

El hallazgo supone toda una sorpresa, ya que, hasta ahora, los sistemas de anillos, uno de los espectáculos más hermosos del cielo, solo se habían encontrado alrededor de planetas gigantes, como Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno.

El origen de estos nuevos aros cósmicos, particularmente densos y estrechos, es todavía un misterio, pero los científicos creen pueden ser el resultado de una colisión que terminara por crear un disco de escombros. Los resultados se publican esta semana en la revista Nature.

Cariclo, nombre que ha recibido este asteroide en castellano, tiene unos 250 kilómetros de diámetro y se encuentra situado entre Saturno y Urano. Sus dos anillos, de gran densidad y separados por una zona estrecha y oscura, tienen 7 y 5 kilómetros de anchura respectivamente. El hallazgo ha sido posible gracias a la observación, desde ocho enclaves distintos, del paso de Cariclo por delante de una estrella en junio de 2013. “No estábamos buscando un anillo y no creíamos que cuerpos pequeños como Cariclo los tuvieran, por lo que el descubrimiento ha sido toda una sorpresa”, afirma Felipe Braga-Ribas, del Observatorio Nacional/MCTI en Río de Janeiro, Brasil.

“Pensábamos que lo que habíamos detectado alrededor de Cariclo se debía a material que este planeta menor pudiera expulsar a chorros, como hacen los cometas. Sin embargo, tras dar muchas vueltas, vimos que el material se distribuía en forma de elipse, formando un anillo como el de Saturno”, explica José Luis Ortiz, del Instituto de Astrofísica de Andalucía.

Fuente: ABC