Los legisladores del Congreso estadounidense tienen numerosas razones para rechazar una intervención en Siria, pero ante todo, tomarán la decisión teniendo en cuenta a los electores de sus circunscripciones.

Con una opinión pública reticente y un bando favorable a los bombardeos que se muestra tímido, el presidente Barack Obama se enfrenta a tres grandes grupos políticos del Congreso que desean frustrar sus planes:

- Los republicanos ultraconservadores cercanos al Tea Party aislacionistas, consideran que a Estados Unidos no tienen nada que hacer en Siria. Encarna esta tendencia el senador Rand Paul cuyo eslogan es “Estados Unidos primero”.

- Los demócratas opuestos a la guerra: votaron contra la ocupación de Irak y la intervención en Libia y están dispuestos a quitarle apoyo a Obama para mantenerse fieles a sus ideales.

- Los republicanos y demócratas favorables a las intervenciones pero que consideran que no es el momento porque el conflicto está demasiado avanzado. Este grupo cree que Estados Unidos tendría que haber precipitado la caída de Bashar Al Asad hace un año y teme que los bombardeos favorezcan a los extremistas.

Fuente: Infobae.com