“Hacemos un llamamiento humanitario doloroso a todo el mundo sobre la situación que estamos viviendo en el sur de Damasco”, señalaron los clérigos en un video publicado en internet.

Los religiosos denunciaron que los vecinos de los distritos sureños, escenario diario de bombardeos y enfrentamientos entre las fuerzas del régimen de Bashar Al Assad y los rebeldes, corren el riesgo de morir de hambre.

“Nuestra fe autoriza a comer gatos, perros y burros porque la gente no tiene alimentos”, señalaron. Y advirtieron que si la situación sigue así, los vivos serán obligados a comer la carne de los muertos.

Según algunas interpretaciones islámicas, está prohibido por diversos motivos el consumo de carne de perros, gatos y burros en algunos dichos del profeta Mahoma y en el Corán.

Dichas interpretaciones consideran “haram” (prohibido) comer esos animales porque son “impuros” al alimentarse de desperdicios, mientras que otras se fundamentan en que, según un versículo Corán, no se puede consumir bestias que tengan colmillos.

Días atrás, la directora del Programa Mundial de Alimentos de Naciones Unidas, Ertharin Cousin, afirmó que hay 800 mil personas que necesitan asistencia alimentaria urgente en Siria.