Según el Daily Mail, ella contó que durante su formación universitaria se dio cuenta que en sus terapias faltaba “un interés abierto hacia la sexualidad”.

“La terapia clásica parece animar la represión del paciente en lugar de incitar a su apertura”, comentó la psicóloga, quien reside en Nueva York.

Según ella, su objetivo es “demostrar a los pacientes que no tengo nada que esconder y animarles a que sean más sinceros”.

La creativa psicóloga asegura tener unos 30 clientes activos, entre los que se encuentran varios estudiantes universitarios con conflictos sexuales irresueltos, así como hombres de mediana edad con problemas de relación.

Cabe señalar que una primera sesión con White cuesta US$ 150 y se realiza a través de webcam. La entrevista personal solo se produce a partir de la tercera sesión.