Andrey Nekrasov (42) se unió a un grupo de aventureros que pasó una hora por debajo de la superficie congelada del lago ruso Baikal, el más profundo del mundo, con temperaturas de -20 grados centígrados.
Estas fotos, tomadas a unos 50 pies de profundidad bajo la corteza de hielo, muestran el increíble mundo submarino que pocas personas han podido presenciar.

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