mostró su más reciente arma. Se trata del desarrollo del nuevo interceptor MiG-41, que superará al MiG-31, un arma ‘inteligente’ ha sido diseñada y construida por el Centro Científico-Técnico Impuls-2, ubicado en Crimea.

La ametralladora automática de Rusia se puede utilizar junto con buques de guerra, lanchas de combate y una amplia gama de sistemas estacionarios y tiene como singularidad su pequeño tamaño y peso en comparación con los sistemas de artillería analógicos que existen.

Los desarrolladores rusos explican que se puede utilizar como un módulo de combate deshabitado y administrado a través de largas distancias sin intervención humana.

“El módulo de combate puede utilizar todo tipo de calibre de armas automáticas, incluidos 30 milímetros. El control de la unidad se realiza de forma remota. Se puede llevar a cabo con el objeto en que está instalado el módulo, y a una distancia de hasta 50 kilómetros, dependiendo de la línea de comunicación establecida entre el módulo y el operador remoto”, explicaron.