Decenas de mujeres concurrieron a los hospitales del pueblo de Segarcea, Rumania, tras enterarse en el entierro de un joven con el que habían mantenido relaciones que éste sufría de sida.

Aunque Daniel Decu, de 24 años, estaba registrado como enfermo, la información sólo se conoció tras la publicación de los resultados de la autopsia. Algunas mujeres estaban al tanto de su condición y, por el momento, dos han sido declaradas VIH positivas. En total, 40 se han sometido a estudios médicos.

Cornel Stanciu, el médico de la familia Decu, quiso hacer pública la enfermedad de Daniel cuando éste empezó a mantener relaciones con su hija. Sin embargo, la madre del joven lo amenazó con una demanda.

Aunque es imposible llevar a Daniel a la Justicia, la policía está llevando a cabo investigaciones contra quienes estaban al tanto de su enfermedad pero no dijeron nada, como su madre y otros miembros de su familia. “La madre del muchacho tiene la culpa de la terrible situación en la que nos encontramos”, dijo el alcalde Nicolae Popa.