El alcalde Ignazio Marino afirmó que no necesita préstamos, ya que los 320 millones de euros (440 millones de dólares) bloqueados en el Parlamento son fondos de los contribuyentes romanos que el gobierno debería devolver a la ciudad el 28 de febrero.

A partir del marzo, Roma no tendrá dinero para pagar el salario de sus 25 mil funcionarios. Sin embargo, en el Parlamento italiano hay una protesta por un primer ministro que no salió de las urnas.

Además, el shutdown romano también pondrá en riesgo la celebración de las ceremonias de canonización de dos papas, Juan Pablo II y Juan XXIII, previstas para el 27 de abril.

Fuente: Infobae.com