Un pensionista de 77 años estuvo a centímetros de ser arrollado por un tren en República Checa. El hombre no se percató que los semáforos estaban en rojo y cruzó los rieles con total tranquilidad.

Justo cuando estaba a mitad de camino, advirtió que el tren se acercaba a toda velocidad, entonces corrió para salvarse. El tren pasó rozando su espalda, la fuerza con la que venía lo hizo caer e incluso uno de sus zapatos salió volando.

El hombre se alejó tambaleante. Una vez pasado el peligro y con los semáforos en verde, los autos que estaban a la espera avanzaron con suma indiferencia.

La policía ha confirmado que el sujeto del video no está herido, pero tendrá que pagar una multa de 100 euros por su imprudencia.

Afortunadamente, el anciano fue auxiliado por las personas que pasaban en el lugar, lo que permitió que sus heridas sean curadas a tiempo. Las autoridades permanecieron en la zona evitando, por unos instantes, que más personas se acerquen al carril.

Fuente: EFE