Si bien los interrogantes todavía siguen siendo más que las certezas, porque Scotland Yard se viene manejando con secretismo, poco a poco se van conociendo más detalles del caso que escandaliza a Reino Unido.

La primera novedad es la nacionalidad de los captores. Se trata de una pareja de 67 años, proveniente de India y Tanzania, que arribó Londres en la década del ’60. Poco tiempo después conocieron a sus víctimas.

Es necesario averiguar cómo se conocieron para entender la que es por ahora la revelación más escalofriante del caso: Se unieron porque compartían las mismas ideologías políticas y los cinco decidieron formar una especie de secta. Eso explicaría que, a pesar de las vejaciones sufridas durante tantos años, las mujeres permanecieran en la casa viviendo bajo ciertos márgenes de libertad y no decidieran escapar.

Pero no es mucho más lo que se sabe. Según declaró Steve Rodhouse, comandante de Scotland Yard, todavía no tienen demasiada información porque las víctimas se niegan a contar detalladamente lo vivido.

“Ganar la confianza de víctimas tan traumadas lleva tiempo. Debemos movernos a su ritmo, al de nadie más”, afirmó Rodhouse, quien dijo que el domicilio en el que vivían las cinco personas funcionaba como una especia de “comunidad”.

“De alguna manera, esa comunidad se rompió en determinado momento pero las mujeres continuaron viviendo con los sospechosos. Cómo terminaron viviendo así durante 30 años es lo que estamos tratando de establecer, pero creemos que el abuso físico y emocional es una característica de la vida de todas las víctimas”, agregó.

Las tres mujeres, cuyo nombre no ha sido revelado, son una malaya de 69 años, una irlandesa de 57 y una británica de 30. Pusieron fin a su cautiverio llamando a la organización no gubernamental Freedom Charity, que combate la esclavitud y los matrimonios forzados, tras ver un documental sobre sus actividades.

Fuente: Infobae