En Reino Unido, un jubilado de 62 años de nombre Pablo Poli compró comida en un supermercado del lugar donde vive y, probablemente, se topó con la sorpresa más increíble y detestable que haya visto.

El sexagenario halló un parásito de tres centímetros en el pescado que había comprado, el cual fue identificado como Cymothoa exigua, comúnmente conocido como el “piojo de la lengua”.

El crustáceo isópodo ingresa al cuerpo de los peces a través de sus branquias, se adhiere a la lengua y les chupa toda la sangre de ese órgano.

Poli aseguró que nunca había visto algo tan repugnante en su vida, y que si bien no solía ser un hombre impresionable, después de lo que le pasó, nunca más va a comer pescado en su vida.

El supermercado pidió las disculpas correspondientes, y a le entregó un obsequio al señor a modo de recompensa por el mal momento que lo hicieron pasar.

Luego una de las autoridades del local, explicó que lo sucedido excede las normas de limpieza y de control del negocio. Ya que en este caso, el parásito estaba adentro del pescado y fue una equivocación del los proveedores que ellos tienen de esta mercadería.

Fuente: dailymail.co.uk