La afluencia del viernes 13 en el calendario preocupa a una parte de la población latina. Desde hace siglos se le considera símbolo de mala suerte. A Jesús lo crucificaron un viernes, hubo 13 discípulos en la última cena y Jesús anunció que uno de los presentes lo traicionaría. Para acentuar las creencias, cuentan que Eva tentó a Adán un viernes.

Desde aquel tiempo –sigue la leyenda- surgió el temor a ese día, mientras que otros dicen que sus inicios vienen de los antiguos egipcios, que entendían que el escalón número 13 formaba el último peldaño para alcanzar la vida eterna.

Este número se consideraba especial, en ocasiones bueno y en otras malo, desde los tiempos antiguos, algunos estudiosos del tema dicen que en Romas lo consideraban como muerte, destrucción y desgracia, tanto así que hoy en día hay personas que dudan en sentarse a la mesa si los invitados suman 13.

La leyenda cuenta que cualquier obra que comience en viernes resultará mal, la cábala enumera 13 espíritus malignos, en el Apocalipsis, su capítulo 13 corresponde al anticristo y a la bestia.

Según cuenta la historia, un viernes 13 de abril del 1307 el rey de Francia, Felipe IV, con la anuencia del papa Clemente V después de haber raptado a un papa y morir otro de repente, Clemente V fue coronado, atacó a los templarios al mismo tiempo y los tantos presos le fueron confiscados sus tesoros, según la web El Nacional.

En ese tiempo, los Caballeros Templarios poseían una gran fortuna, eran los principales prestamistas y acreedores en muchas regiones de Europa, en especial de Francia. Aún más, se dice que el propio Felipe IV tenía una gran deuda con esta orden y que por ello decidió capturarlos y acusarlos ante el Vaticano por diversos cargos, entre ellos el de herejía, sodomía y de orinar y escupir en la cruz.

La unión del viernes y el 13 se popularizó como consecuencia de la serie de películas de terror “Viernes 13” (“Friday the 13th”), traducidas en los países de habla hispana como “Martes 13”. Actualmente existen personas que consideran ambos días “de mala suerte”.