Un artículo de la edición francesa de la revista Slate bucea en el origen y extensión de este hábito, cuya invención suelen atribuirse los franceses; por algo se lo llama french kiss. Pero lo cierto es que ya desde la antigüedad se registran besos en la boca e incluso se cree que tiene un origen prehistórico, aunque esto no está probado aún.

“El beso es frecuentemente percibido como símbolo de un amor romántico. Una dulce manera de expresar el afecto y en general, cuando es depositado en los labios del otro, el amor por esa persona”, indicó Micha Cziffra, autor de la nota.

Una aclaración se impone en este punto: “El beso en la boca, si ésta permanece cerrada, no es necesariamente de carácter íntimo, como lo atestigua la tradición rusa que, de todos modos, parece estarse extinguiendo”, advirtió Cziffra.

¿Por qué una boca atrae a la otra?, es la pregunta que busca responder. “¿De dónde viene esta tradición casi universal? ¿Es un reflejo o un condicionamiento social?”

A continuación, cita un trabajo de los años 2000, de la doctora Helen Fisher, antropóloga de la Universidad Rutgers de New Jersey, centrado en el aspecto neuropsicológico y “químico” del beso en la boca. Son muchas las zonas del cerebro que se activan cuando labios y lengua son estimulados. En cambio, una mano en la espalda, por ejemplo, hace reaccionar muchísimo menos al cerebro.

Una teoría dice que el beso, que los científicos llaman “ósculo”, viene de una práctica ancestral: las primeras féminas que poblaron la tierra, mascaban los alimentos para sus niños, antes de distribuírselos directamente en cada boca; un poco al modo del ave que lleva alimento a sus pichones en el nido.

Fuente: InfoBae.com