El médico , único doctor de la clínica en un pueblo de , ha pasado los últimos dos años buscando un colega que lo reemplace cuando salga de vacaciones o cuando esté cansado, pero no obtiene resultados a pesar que el sueldo de su segundo al mando sería de 267 mil dólares anuales.

Alan Kenny, de 61 años, considera que no se da abasto con la cantidad de pacientes que acuden a visitarlo a diario. Suele tener entre 43 y 45 pacientes, cuando lo recomendado por el Real Colegio de Médicos de Familia es 25.

Ante tanta demanda, Alan Kenny decidió buscar un compañero con quien repartirse la cantidad de pacientes, y acudió a cuatro empresas especializadas en la contratación de médicos, pero no ha logrado nada, ni una sola solicitud.

Kenny señaló a que a los médicos jóvenes no parece importarles el sueldo, ni los tres meses de vacaciones pagadas, fines de semana libres y no tener que trabajar en horarios nocturnos, pues la lejanía del pueblo “los hace pensar que no crecerán como profesionales”.

“Al médico que venga puedo ofrecerle unos ingresos sorprendentes. Mi práctica se ha disparado en el último año y la lista de pacientes no para de crecer. Yo solo no puedo seguir con este ritmo de trabajo”, comentó.