El presidente ruso, , rechazó categóricamente las acciones anticonstitucionales y la violencia desatada en la fallida intentona golpista en . Todo esto en medio de una conversación telefónica con su homólogo turco, .

Putin consideró “inadmisibles” esas acciones en la vida de los países “en relación con el intento de derrocar por la fuerza a las autoridades democráticamente elegidas de Turquía”, informó el Kremlin en un comunicado.

Expresó también su confianza en el “pronto restablecimiento del orden constitucional y la estabilidad” en el país y transmitió sus condolencias por las numerosas víctimas civiles y policiales entre aquellos que se enfrentaron a los golpistas.

Además, Putin pidió a Erdogan que garantice la seguridad de los turistas rusos, cuyo número se han incrementado en las últimas semanas tras el inicio de la normalización de las relaciones entre ambos países.

Al respecto, el presidente turco dijo que las autoridades de su país ya han tomado las medidas necesarias.

Ambos mandatarios también acordaron reunirse en breve, encuentro que podría tener lugar ya a principios de agosto, informó Dmitri Peskov, portavoz del Kremlin.