Tres formaciones de nubes en forma de OVNI casi idénticas aparecieron hace unos meses sobre Myrtle Beach, Carolina del Sur, suscitando debates online que vinculan estas figuras a multitud de acontecimientos desde la Segunda Venida a las muertes en masa de aves pasando por experimentos militares secretos.

Al menos un científico cree que las denominadas nubes agujero tienen una explicación militar, aunque puede que no sea exactamente lo que esperan los teóricos de la conspiración.

El 7 de enero, el técnico de TI Wesley Tyler corría hacia su coche para buscar una pieza de ordenador cuando observó estas formaciones en forma de platillo. “Al principio creíamos que eran nubes de tornado pero el aire estaba tan calmado como en un mausoleo”, afirmó Tyler. “Simplemente sabía que era inusual. He vivido en la playa durante años y nunca he visto algo como eso”, indicó.

De vuelta a casa, cargó las fotografías de las nubes en Facebook, etiquetando a un amigo meteorólogo que posteriormente identificó el fenómeno como nubes agujero. Las nubes agujero son tormentas de nieve en miniatura que pueden producirse en capas de nubes finas, subcongelando capas de las nubes.

La falta de partículas finas como el polvo en las nubes implica que las gotitas de agua no tienen nada para condensarse por lo que no se convierten en hielo hasta que la nube alcanza menos 36 grados centígrados. “Básicamente, las moléculas de agua pasan a ser lo suficientemente lentas a esta temperatura para formar su propio núcleo de hielo que produce un cristal de hielo espontáneamente”, según el microfísico del hielo Andrew Heymsfield.

Cuando los aviones ascienden en este tipo de nube, la fuerza de retroceso creada por las hélices o por el aire que es forzado a pasar sobre las alas hace que el aire se expanda.

Esta expansión puede helar una sección vagamente circular de la nube hasta el punto de que muchas de las gotitas de agua se congelan y forman cristales de hielo, según un estudio sobre las nubes agujero de junio cuyo coautor es Heymsfield y que apareció en el Bulletin of the American Meteorological Society.

Aproximadamente en los siguientes 45 minutos, los cristales de hielo crecen y se dispersan hacia afuera lo que a menudo da como resultado una tormenta de nieve de una media hora muy concentrada que deja atrás una nube con un agujero.

Fuente: ABC.es