El atentado ocurrió el martes 15 en el norte de la capital colombiana. Buscaban matar a Fernando Londoño, el primer ministro del Interior del ex presidente Álvaro Uribe (2002-2010). En el atentado perdieron la vida dos escoltas del ex funcionario y otras 54 personas resultaron heridas.

Las primeras hipótesis, sustentadas en un video, afirman que el autor material logró colocar la bomba, una mezcla de RX y explosivo industrial capaz de romper el acero, entre el panorámico y el capó, una de las pocas zonas vulnerables de los vehículos blindados.

Luego de instalar la carga explosiva, el hombre habría corrido por la calle 74 hacia el occidente de Bogotá. Con ayuda de las cámaras de seguridad y testimonios, las autoridades confeccionaron 10 retratos hablados (sólo se difundieron siete) sobre los posibles colaboradores del autor material.

Todos estos hombres estaban en el lugar del atentado y, por sus actitudes, resultaron sospechosos. Desde el mismo martes 15, las agencias de Colombia comenzaron a investigar el atentado. Siguiendo el protocolo, realizaron un “barrido” por todas las comunicaciones de las FARC en el país.

De esta primera investigación surge la posibilidad de que la orden haya surgido de las FARC. Dos mensajes apuntan a esa dirección: la primera comunicación se captó en el departamento de Tolima. Uno de los interlocutores, del Frente 21 de las FARC, reporta el atentado.

La segunda llamada telefónica se dio horas más tarde, en la zona del Bloque Oriental. Jefes de compañía preguntan si lo que pasó en Bogotá tenía que ver con “la orden”.

Fuente: Infobae.com