La Organización para la Prohibición de las Armas Químicas, (OPCW) por sus siglas en inglés, galardonada con el Premio Nobel de la Paz, es una organización independiente creada en 1997 con el objetivo fundacional de hacer cumplir la convención internacional en la materia.

La organización está actualmente inmersa en la operación de destrucción del arsenal de armas químicas en Siria, la primera en la que la OPCW interviene en una zona de conflicto y que ha sido el motivo principal por el que el jurado que entrega el premio se hay decantado por ella y no por otros candidatos como la joven activista paquistaní Malala Yousafzai o el médico congoleño Denis Mukwege.

Habitualmente, esta organización se dedica a la inspección de los procedimientos de destrucción de las armas químicas, además de a la verificación del cumplimiento de la convención entre los estados miembros.

Clave en Siria

Con sede en La Haya, esta entidad ha conseguido la adhesión de 189 estados en el compromiso de lograr un mundo libre de armas químicas. Según datos de su página web, emplea a medio millar de personas y en el año 2010 contaba con un presupuesto de 75 millones de euros.

Aunque colabora con la ONU, se trata de un organismo autónomo que está siendo clave en la resolución del drama de los ataques con armas químicas en Siria. A comienzos de esta semana, su director general, el turco Ahmet Uzumcu, reclamó un alto el fuego en Siria para proceder a destruir el arsenal existente en el país.

De momento, ni el Gobierno ni los rebeldes han atendido esta petición, pero un equipo de inspectores trabaja sobre el terreno desde el pasado 26 de agosto y desde esa fecha no se ha informado de nuevos ataques químicos sobre la población civil.

Fuente: ABC