La mayoría de los niños que figuran en estos afiches policiales fueron encarcelados por el robo de pequeños objetos, tales como palas y botas, delitos que hoy solo justificarían una advertencia de la Policía.

Tal es el caso de Luther Gosney, de 10 años, fue encarcelado durante 21 días en 1876 por el robo de dos cuernos de hojalata, el equivalente de 40 peniques.

O Samuel James, de 11 años, y cómplice Albert Hallett, de 10, encarcelados durante un mes por robar cacao.