Desde el exterior, el Palacio sigue deslumbrando como la postal más emblemática de Asunción. Sin embargo, la realidad en su interior es otra. Su ala oeste, que equivale al 40% del flamante edificio, es un nido de xilófagos que tiene un suculento festín en sus entresuelos y techos originales de madera.

“Está dañada toda su estructura de madera, entresuelos y cubiertas que actúan como soporte del Palacio”, reveló a la agencia EFE Gustavo Glavinich, arquitecto del Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC).

Según el funcionario, el problema que hace peligrar la salud del lado oeste del Palacio es el mismo que tenía en su ala este, pero que fue atajado en 2012 con una intervención.

“Se invirtieron unos cinco millones de dólares para salvar esa parte del Palacio, donde está el despacho presidencial, el gabinete militar y un salón para la presentación de cartas credenciales”, explicó Glavinich.

Sin embargo, la ausencia de una segunda partida presupuestaria es la que está dejando a merced de las termitas el este.

Fuente: EFE