El ha dado una nota final de sorpresa a su visita a la isla griega de Lesbos y se ha llevado en el avión papal a 10 refugiados.

El papa sumó un gesto práctico al llamamiento lanzado previamente por él y los líderes de la iglesia ortodoxa, Bartolomé de Constantinopla y Jerónimo II, arzobispo de Atenas, a los líderes internacionales en los que les pidieron mostrar más responsabilidad en esta crisis.

El papa pidió hoy al mundo, desde la isla griega de Lesbos, que preste atención a la tragedia y desesperación que padecen los refugiados y responda de forma “digna” ante esta situación.

“He venido aquí con mis hermanos, el Patriarca Bartolomé y el Arzobispo Jerónimo, sencillamente para estar con vosotros y escuchar vuestras historias. Hemos venido para atraer la atención del mundo ante esta grave crisis humanitaria y para implorar la solución de la misma”, dijo Francisco en el campo de refugiados de Moria, en Lesbos.

Durante su visita, muchos refugiados, sobre todo niños, se acercaron al papa y le relataron sus dramas. Algunos de ellos rompieron en sollozos y le pidieron ayuda o bendición. EFE