El habló de suegras, platos rotos y cirugía estética para defender con firmeza a la familia y el matrimonio frente “el aislamiento” y la búsqueda de “confort” del mundo.

Durante su mensaje a miles de mexicanos reunidos en el estadio de Chiapas, el papa Francisco conoció cuatro casos emblemáticos de familia: una pareja de divorciados que se han vuelto a casar, otra que lleva 50 años de matrimonio, una enfermera madre soltera y un adolescente en silla de ruedas por una distrofia muscular.

Ante estos casos, Francisco señaló “qué marido y qué mujer no se pelean, y más cuando se mete la suegra”. Es la segunda vez que habla de las suegras, en la primera dijo que “la virgen es mamá, es buena, algunos dicen que no es suegra”.

También lamentó que en la actualidad la familia esté siendo “debilitada” y “cuestionada” porque “se cree que es un modelo que ya pasó y que no tiene espacio en nuestras sociedades qee, bajo la pretensión de modernidad, propician cada vez más un modelo basado en el aislamiento”.

El papa Francisco también dijo que es “mentira” que “una familia perfecta nunca discute” y que “es conveniente que de vez en cuando discutan y que vuele algún plato”.

“El único consejo es que no terminen el día sin hacer las paces porque si terminan el día en guerra van a amanecer ya en guerra fría y la guerra fía es muy peligrosa en la familia porque va socavando desde abajo las arrugas de la fidelidad conyugal”, explicó, agregando que “en el matrimonio, la pareja debe renovarse todos los días”.

“El amor no es fácil, no, pero es lo más lindo que un hombre y una mujer se pueden dar entre sí: el verdadero amor, para toda la vida”, concluyó.

El papa Franciso realiza una gira por México. Este miércoles se encuentra en Morelia, capital de estado de Michoacán, cuna del narcotráfico.